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1/08/14

Atletismo

El atletismo, es un deporte que contiene un gran conjunto de disciplinas agrupadas en carreras, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas y marcha. 

Es el arte de superar el rendimiento de los adversarios en velocidad o en resistencia, en distancia o en altura.

El número de pruebas, ya sean individuales o en equipo, ha variado con el tiempo y las mentalidades. 

El atletismo es uno de los pocos deportes practicados universalmente, ya sea en todo el mundo aficionado o en muchas competiciones a todos los niveles. 

La simplicidad y los pocos medios necesarios para su práctica explican en parte este éxito.

Los primeros vestigios de las competencias atléticas se remontan a las civilizaciones antiguas. 

La disciplina fue desarrollándose a lo largo de los siglos, desde las primeras pruebas hasta su reglamentación.

El calendario está dominado por cuatro tipos de eventos: reuniones, reuniones entre clubes, campeonatos nacionales y los principales eventos internacionales. 

Los Juegos Olímpicos son el evento internacional más prestigioso. 

Se celebran cada cuatro años desde 1.896 y el atletismo es la disciplina más importante en ellos. 

Desde 1.982, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), el organismo responsable de la regulación de la disciplina, ha flexibilizado sus normas para acabar con el periodo amateur de la disciplina. 

El primer Campeonato Mundial de Atletismo se organizó en 1983 y tienen lugar cada dos años desde 1.991.

Historia

Antigüedad

Carrera a pie, ánfora panatenaica del pintor Cléophradès, hacia el 500 antes de Cristo, Louvre.

Correr, caminar, lanzar y saltar son movimientos naturales en el hombre y, de hecho, el concepto de atletismo se remonta a tiempos muy lejanos, como lo confirman algunas pinturas rupestres del Paleolítico Inferior (6.000 a. C.-5.500a.C) al Neolítico que demuestran rivalidad entre varios corredores y lanzadores.

Las fuentes se hacen más precisas en Egipto en el siglo XV antes de nuestra era, con la referencia escrita más antigua, referida a la carrera a pie, hallada en la tumba de Amenhotep II (c. 1.438-1.412 a. C.) 

En la misma época, la civilización minoica (Creta), también practicaba las carreras, así como el lanzamiento de jabalina y de disco.

Los primeros encuentros en Grecia se llevaron a cabo en el siglo VIII a. C. 

En ellos destacaba la prueba llamada stadion, que era una carrera pedestre de 197,27 metros, equivalentes a 200 veces el pie de Heracles. 

Esta es la prueba más antigua de la que se tiene registro,2 aunque se supone que se practicaba con anterioridad. Poco tiempo después aparecieron más pruebas, como el doble stadion o duálico, la carrera de medio fondo o hípico y la carrera de fondo o dólico. 

Todas estas pruebas son múltiplos de la distancia del stadion.

El pentatlón, que combina la carrera, el salto, los lanzamientos y la lucha, es otra disciplina del atletismo introducida en el programa olímpico antes del final del siglo VIII a. C.

Aparte de los Juegos Olímpicos, existieron otros encuentros deportivos en diferentes polis griegas, que fueron eclipsados por los primeros. 

No menos de 38 ciudades griegas celebraron sus propios juegos olímpicos (llamados isolímpicos para diferenciarlos de los celebrados en Olimpia) y 33 llevaban a cabo Juegos Píticos.

La civilización romana practicó el atletismo en dos versiones diferentes a partir del año 186 a. C. La primera es de inspiración etrusca (cursores), mientras que la segunda es una adaptación de las disciplinas griegas (athletae).

El Estadio de Domiciano fue construido en el año 86 y se dedicó al atletismo en su variante griega.

Irlanda organizó entre los años 632 y 1169 juegos que incluían pruebas desconocidas para los griegos, como el salto con pértiga, lanzamiento de martillo y una forma de cross-country. 

Estas disciplinas se introdujeron en Escocia en el siglo IV y se modificaron hasta transformarse en los Juegos de la montaña.

Período Clásico (de la Edad Media al siglo XIX)

Existen fuentes que nos informan de que ya se realizaban carreras en Inglaterra desde el siglo XI. 

El entusiasmo era tal que las autoridades locales reservaron un espacio dedicado solo a estos concursos en 1.154 en Lord.

En las historias de Havelock el danés en 1.275 figura la descripción de un lanzador de piedras. 

Por otra parte, según los historiadores, el rey Enrique II de Inglaterra hizo construir campos de deportes en las cercanías de Londres para la práctica de lanzar el martillo, la barra y la pica y también para juegos de pelota. 

Al mismo tiempo, la juventud de Londres se desafiaba en largas carreras a través de la ciudad.

En 1.365, el rey Eduardo III promulgó la primera de una serie de leyes para prohibir prácticamente todas las actividades deportivas, excepto el tiro con arco que se pudo seguir practicando por razones militares.

Las carreras y los saltos figuraban en la lista de los deportes prohibidos.1 No obstante las competiciones continuaron, como lo demuestra la renovación de las prohibiciones, por lo que Enrique VIII finalmente permitió las carreras a pie en Londres en 1.510.

Enrique VIII fomentó la práctica de ejercicio diario, mientras que los teóricos de la época, como Thomas Elyot, concedieron mucha importancia a los deportes en los planes de estudios. 

En el siglo XVI, se describen por primera vez reuniones atléticas en los Juegos de Cotswold (Cotswold Games), una especie de «mitin deportivo» organizado en Gloucestershire e inspirado directamente en los héroes de la antigua Grecia.

La competición atlética se desarrolló bastante en el Reino Unido en el siglo XVII. 

Los deportes más populares eran entonces el lanzamiento de martillo, el salto de altura, el salto de longitud y la carrera a pie. 

Con la aparición del puritanismo, la Iglesia Anglicana quiso abolir el deporte, alegando que las competiciones de atletismo realizadas por toda Inglaterra terminaban, por lo general, en peleas y borracheras. 

En reacción al puritanismo, el rey Jacobo I alentó a sus súbditos a que practicasen deporte después de los oficios del domingo por la tarde.

También promovió el deporte mediante la publicación del Book of Sports.

Los primeros corredores profesionales aparecieron en Inglaterra a finales del siglo XVII. 

Estos corredores eran ambulantes y se medían a los campeones locales en concursos remunerados.

En España, el Korrikolaris, ha venido siendo practicado desde la Edad Media. 

Es una carrera a pie de larga distancia, realizada entre dos corredores

En el resto del mundo, una de las carreras medievales más antiguas fuera de las islas británicas era la que se celebraba en Roma a mediados del siglo XV. 

El Papa Pablo II autorizó la celebración del festival deportivo anual que se celebró durante dos siglos. 

El programa reproducía el de los atletas griegos y los atletas competían a la griega, es decir, desnudos.

La Olimpiada de la República fue una competición deportiva celebrada en 1.796, 1.797 y 1.798 en París. 

La prueba reina de este intento de rehabilitación de los Juegos Olímpicos era una carrera a pie. 

Este evento marcó la transición entre el deporte del Antiguo Régimen y el deporte moderno, como lo demuestra el uso del sistema métrico en el deporte por primera vez. 

Además, por primera vez también en el deporte, las carreras fueron cronometradas utilizando dos relojes marinos de guerra.

Del Amateurismo al Profesionalismo

Mientras que el deporte amateur se fue organizando poco a poco, se disputaron en ambos lados del Atlántico muchas carreras profesionales. 

Encuentros históricos que enfrentaron a los mejores clubes estadounidenses y británicos del siglo XIX. Por otra parte, inspirados en la prueba del steeplechase, se establecieron en ciertas carreras de Atletismo apuestas de pronósticos sobre carreras, disputadas principalmente en pistas de hierba de algunos hipódromos.

A imagen de los grandes duelos de boxeo, los promotores norteamericanos contrataron a los mejores atletas del momento a fin de desafiar a otros campeones en encuentros cara a cara y remunerados.

El barón Pierre de Coubertin fué el arquitecto de la creación de los Juegos Olímpicos modernos cuya primera edición se celebró en 1.896 en Atenas, donde, por supuesto, el atletismo figuró entre las pruebas. 

Trató entonces, entre otras cosas, de poner fin a la práctica del dinero en el deporte, especialmente en atletismo, en favor del «espectáculo deportivo» amateur. 

Recién creada en 1.912, la Federación Internacional de Atletismo, establece en su Constitución el principio del amateurismo, a imagen del credo del Comité Olímpico Internacional que protege la pureza de la competición amateur sobre la carrera profesional.

El estadounidense Jim Thorpe fué uno de los primeros atletas sancionados por violar la norma de amateurismo. Poco después de ganar dos títulos olímpicos en los Juegos de 1912, fué descalificado de por vida y se vio obligado a devolver sus medallas por haber recibido remuneración de un equipo de béisbol local. 

Otro atleta hallado culpable de amateurismo marrón, el francés Jules Ladoumègue también fué descalificado de por vida por la Federación francesa, que hizo de él un ejemplo, en respuesta al creciente poder del deporte profesional en Francia. 

El fútbol se convirtió en profesional en este mismo período. 

La reacción del público francés fué inequívoca: boicoteó el atletismo, que se enfrentó entonces a una grave crisis en Francia durante los años 1.930.

Durante más de medio siglo, el amateurismo siguió siendo la norma fundamental de atletismo competitivo. 

Muchos especialistas no dudaron luego en abandonar sus disciplinas para unirse a equipos profesionales, como clubes de fútbol americano o de béisbol de los Estados Unidos, o a equipos de rugby en Europa.

En 1.982, la IAAF abandonó el concepto tradicional del amateurismo tomando conciencia del tiempo y los recursos necesarios para formar y mantener a los deportistas de élite.

A partir de 1985 se destinan fondos específicamente para la formación del atleta.

Hoy en día, los atletas son trabajadores freelance. 

Sus principales ingresos provienen en parte de los honorarios percibidos en las diversas reuniones, en función de sus resultados. 

Los ingresos adicionales provienen de patrocinadores y mecenas, y varían dependiendo de la popularidad del deportista. 

Por otra parte, algunos atletas reciben una remuneración de su club. 

Así, en Estados Unidos, el Santa Mónica Track Club tiene como norma recompensar a algunos de sus titulares, como por ejemplo Carl Lewis.

La remuneración de un atleta de élite es aleatoria y depende del estado de forma y del rendimiento. Recientemente se han creado verdaderos «conjuntos» de carreras que integran a los mejores atletas y entrenadores; como por ejemplos el sistema de gestión de los fondistas africanos o la estructura de la HSI,24 una verdadera multinacional de las carreras de velocidad de los Estados Unidos.

La globalización 

Durante la primera mitad del siglo XX, la práctica del atletismo fué esencialmente prerrogativa de los Estados Unidos y las naciones de Europa occidental como el Reino Unido. 

Francia o los países nórdicos destacaron en las pruebas de resistencia. 

Desde 1.930, los atletas afro-americanos sobresalieron sobre los europeos en las carreras de velocidad, como Eddie Tolan, el primer hombre de color campeón olímpico en los 100 m en el año 1.932.

Después de la Segunda Guerra Mundial, algunos atletas venidos de las colonias europeas llegaron a destacar en su nuevo país de adopción, mientras que algunas naciones del hemisferio sur emergieron a nivel mundial, como por ejemplo Nueva Zelanda. 

En 1.950, los países comunistas invierten en los deportes olímpicos para reafirmar su existencia y demostrar su poder. 

El mundo del deporte es entonces bipolar y existen dos bloques rivales: los países occidentales y los países del Bloque del Este. 

Los años 1.960 y 1.970 se caracterizan por el surgimiento de las naciones del Caribe, como los velocistas de Jamaica, pero sobre todo por la llegada de los corredores del África negra y de África del Norte en la media y larga distancia. 

El etíope Abebe Bikila es el pionero, al convertirse en el primer africano en ganar la maratón olímpica (en 1.960), mientras que Francia alinea ya a corredores de fondo originarios de los países del Magreb desde los años 1.920. 

Alain Mimoun ganó el maratón cuatro años antes que Bikila.

Desde los años 1.980, el atletismo se hace cada vez más universal y sigue la evolución geopolítica mundial. 

El número de federaciones nacionales y el número de licencias aumenta significativamente en los países en vías de desarrollo. 

Por el contrario, la práctica de la competición deportiva se estanca en los países desarrollados, en parte debido a su nivel de exigencia en términos de entrenamiento, y también por la creciente diversidad de la oferta deportiva y de ocio.

Hoy en día, el atletismo es el deporte competitivo más universal. 

Recientemente, los atletas de naciones con poblaciones pequeñas han llegado a la cima del deporte. 

Durante los Campeonatos del Mundo de 2003, Kim Collins, esprínter de San Cristóbal y Nieves ganó la prueba de los 100 m. 

En términos más generales, el éxito de la mayoría de los atletas de la zona del Caribe se debe a que estudian en universidades de EE.UU. que ofrecen mejores condiciones de formación que sus países de origen.

Desde mediados de 1.990, algunos atletas, en su mayoría africanos, han optado por la expatriación y el cambio de nacionalidad. Así, en 1995, el corredor de 800 m Wilson Kipketer se puede considerar como un precursor, al elegir la nacionalidad danesa. 

El COI le prohibió competir en los Juegos Olímpicos de 1.996, pero más tarde el ex keniano fué imitado por varios de sus compatriotas. 

En 2.003, Stephen Cherono se nacionalizó en Catar y ahora se llama Saif Saaeed Shaheen. Otro ejemplo, el medallista olímpico Bernard Lagat eligió en 2.005, para continuar su carrera, la ciudadanía estadounidense. 

Esta fuga de talentos, justificada por los atletas por la falta de reconocimiento en sus países de origen, es sobre todo una manera de entrar en lucrativos contratos con las federaciones o sponsors.

En la actualidad, estados del Golfo Pérsico, como Catar o Baréin, ofrecen unas buenas condiciones financieras a sus nuevos ciudadanos y prometen a los atletas jóvenes financiar su educación y garantizar su futuro.

Pruebas

El término atletismo abarca una variedad de actividades agrupadas en dos categorías principales : el atletismo al aire libre y en pista cubierta, que comprenden: carreras, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas, y pruebas fuera del estadio como la marcha atlética, maratón, cross y otras carreras en ruta de distancias variables.

Velocidad

De todas las actividades deportivas, las carreras de velocidad son las más practicadas, y en los Juegos Olímpicos fueron incluidas desde su comienzo. 

Consisten en recorrer un corto espacio (desde 100 m hasta 400 m) en el menor tiempo posible.

Los 100 m es la carrera más corta en el calendario de actividades al aire libre. 

Es también una de las más antiguas ya que se han encontrado indicios de esta carrera en el siglo XV a.C, si nos basamos en Homero y los poetas griegos. 

La distancia original iniciada por los británicos fué de 110 yardas (100,52 m) y después 100 yardas (91,44 m,) hasta que el metro se convirtió en la norma oficial.

A principios de siglo, el periodista George Prade definió los 100 m como «la aristocracia en movimiento».

Según él, es necesario poco entrenamiento para obtener buenos resultados, ya que la velocidad es innata en el atleta. 

Con los años, los 100 m sustituyeron al maratón como prueba reina del atletismo por el aumento del número de competidores y el interés que suscitó entre los espectadores.

La carrera de 200 m actual es similar a la longitud del estadio en la Antigua Grecia.

(«Stadion» literalmente significa la longitud del estadio). 

De ella deriva la milla inglesa y en su origen se corría sobre 220 yardas. 

Durante mucho tiempo ejecutada en línea recta, los 200 con curva en pista de 400 m fueron oficialmente reconocidos en 1.958.

Los especialistas de esta prueba deben combinar la velocidad básica de un velocista de 100 m con una capacidad de aceleración estimada en 130-140 m.

Los 400 m tiene su origen en el doble estadio (384 m), prueba realizada en la antigüedad. 

Corrida en el Reino Unido como un cuarto de milla (440 m), la prueba se considera como de velocidad y resistencia, en la medida en que exige, además de fuerza física, resistencia a la fatiga y al dolor, y una gestión óptima del ritmo de carrera. 

Los atletas que corren los 400 m de longitud se dividen en dos categorías, los velocistas puros, con las características de los de 200 metros y los de resistencia, con características de los corredores de 800 m. 

Hoy en día, la gran mayoría de los especialistas tienen una morfología similar a la de los atletas de distancias cortas.

Carreras de fondo y de media distancia

Las carreras de media distancia se llaman así porque se disputan en distancias intermedias entre las de velocidad y las de fondo (de 800 a 3000 m). 

De todas las pruebas reconocidas por la IAAF, sólo las de 800 m y las de 1500 m figuran en el programa de los Juegos Olímpicos o Campeonatos del Mundo. 

Los 800 m fueron originalmente las 880 yardas o media milla (804,67 m).

Es la prueba más importante entre la velocidad prolongada de las pruebas de velocidad pura, y la resistencia de las pruebas de fondo. 

Los atletas realizan el primer cuarto de vuelta en su propia calle como en los 400 m, antes de reintegrarse a la cuerda después de 100 m de carrera. 

Los competidores deben demostrar, además de su capacidad física, una táctica de anticipación y habilidad.

Los 1500 m, creación puramente continental, nació hacia 1.890 en Francia. 

Requiere en los competidores de una cierta resistencia, un sentido táctico de la carrera y una capacidad de reacción y resistencia en la última vuelta. 

La milla británica (1609,32m) está cercana a los (1500 m) y es hasta la fecha la única disciplina reconocida por la Iaaf, definida por una longitud no métrica. 

Otras carreras de media distancia son los 1000 m, los 2000 m) y los 3000 m.

Las carreras de fondo son pruebas cuya distancia es superior a 3000 metros. 

De invención británica, los 5000 m es una adaptación de las 3 millas (4828 m) y los 10000 m, 6 millas (9656 m).

Los primeros experimentos de las pruebas de resistencia tuvieron lugar hacia 1.740 en Londres, cuando un atleta corrió la distancia de 17,300 m en una hora. 

Estas pruebas se realizan en su totalidad en la pista del estadio de atletismo. La resistencia a la fatiga y el dolor, asociada con una buena aceleración final son cualidades necesarias para los fondistas.

Carreras en ruta

Estas carreras tienen como punto común que se realizan fuera del estadio de atletismo, generalmente por carreteras o entre las calles de ciudades y pueblos.

La maratón no figuraba en el programa de los Juegos Olímpicos Antiguos, pero su leyenda señala a las diversas historias de la mitología griega, como la historia del soldado Filípides, que corrió la distancia entre el campo de batalla hasta la ciudad de Atenas, a donde llevó la noticia de la victoria. 

En 1.895, el francés Michel Bréal convenció a su amigo Pierre de Coubertin para aprovecharse del mito y adaptarlo a los Juegos Olímpicos modernos. 

Así, en los primeros Juegos de 1.896, veinticuatro competidores se reunieron en Maratón. 

El pastor griego Spiridon Louis se convirtió en el primer ganador de esta nueva prueba. 

En los Juegos de Londres en 1908, la familia real británica quiso que la carrera comenzase en el Castillo de Windsor y que finalizara frente al palco real del Estadio Olímpico. 

El trayecto medía precisamente 42,195 kilómetros y posteriormente se convirtió en la distancia de la maratón oficial. 

Esta carrera de resistencia se disputa por camino duro, sobre todo por las calles y en un recorrido llano.

Algunas competiciones se desarrollan sobre distancias intermedias, como los 21,195 kilómetros de la media maratón. 

El ultrafondo designa la carrera a pie de gran distancia, es decir, todas las distancias superiores a los 42,195 km de la maratón. Se aplica a carreras en solitario y a las carreras o («raids») siguientes : 6 horas, 12 horas, 24 horas, 6 días, ultra-trail, raids por etapas, 100 kilómetros y carreras por etapas.

Campo através

El campo a través, es una carrera de fondo disputada en un terreno variado. 

Esta prueba, que no es olímpica en la actualidad, lo fue en tres Juegos olímpicos desde Estocolmo 1.912 hasta París 1.924, y se compitió en dos modalidades : individual y por equipos. 

La distancia va de 3 a 15 km, según grupos de edad y sexo. 

La primera carrera de este tipo se celebró en Ville d'Avray en 1898, entre los equipos de Francia e Inglaterra. 

Otras disciplinas como las carreras en la naturaleza se realizan en bosques, montañas, desiertos o en cualquier medio ambiente natural.

Jueces y reglamento

Jueces

Una prueba de atletismo está integrada por diversos jueces encargados de garantizar el buen funcionamiento de las pruebas y la validez de las marcas, velando por la aplicación coherente de la normativa internacional.

Para las carreras, el juez-árbitro coordina al jurado para que se respeten las diferentes reglas de las competiciones. 

El juez de salida es responsable de asegurar el correcto inicio de las carreras, especialmente en la colocación de los atletas o en el posicionamiento en la salida.

También vigila cualquier salida en falso, avisando al atleta en la primera falta y excluyendo al responsable la segunda vez. 

Los comisarios de carrera deben notificar al juez cualquier interferencia al reglamento durante el desarrollo de las carreras, especialmente en los casos de invasión de la «calle» próxima en las carreras de velocidad, mal franqueo de obstáculos, empujones, o mal traspaso del «testigo». 

Los jueces de meta determinan la clasificación de los atletas tras cruzar la línea con la primera parte del cuerpo (hombro o torso). 

El jurado de la carrera es secundado por los cronometradores oficiales que necesariamente tienen que tener una herramienta para la medición automática a una centésima de segundo y un anemómetro.

Los concursos de saltos y de lanzamiento también son supervisados por el árbitro. 

Está asistido al menos por cinco jueces responsables de verificar la marca y la validez de la prueba y de la medición al centímetro de la marca del atleta. 

Una prueba es válida cuando el juez levanta una bandera blanca, inválida si es una bandera roja. 

Al final de las pruebas, el juez establecerá una clasificación definitiva y acompañará a los ganadores al podio.

Reglas de competición

La IAAF ha promulgado normas estrictas y rigurosas en las competiciones para garantizar una competencia leal en las pruebas. 

En una competición oficial, el primer atleta debe estar registrado y apuntando en la secretaría para recibir su dorsal. 

Cuenta con una «zona de calentamiento» para ese fin y debe presentarse en la «zona de llamada» a una hora establecida. 

A continuación, debe dirigirse a la zona de las pruebas con los otros competidores. Los atletas deben llevar sus equipamientos reglamentarios reconocidos por su federación. 

Estos equipamientos no deben ser ofensivos y no deben dificultar el ser vistos por los jueces. 

Un atleta tiene la oportunidad de participar descalzo o llevar calzado en uno o en ambos pies.

En las carreras de velocidad, los atletas corren en la «calle» que se les asigna de un extremo a otro de la prueba y deberán salir obligatoriamente de los tacos de salida, donde un juez de salida da las órdenes de salida siguientes: «a sus puestos» y ¿«listos»?, antes de efectuar el disparo de pistola cuando los corredores están inmóviles.

Los competidores no debe cambiar de «calle» ni interferir en la línea interior, especialmente en las curvas.

A partir de los 800 metros, los atletas comienzan en una posición de pie, sin la segunda orden. 

Durante la carrera, no deben obstaculizar ni empujar. 

Para los relevos, los atletas deberán respetar las zonas de transmisión marcadas en la pista y llevar el testigo hasta la línea de meta. 

En las carreras de obstáculos, los corredores deberán pasar por encima de las vallas y no al revés de forma deliberada.

En el salto de altura y salto con pértiga, los montantes de la barra deben estar fijos, y el orden de los competidores requiere un sorteo. 

Cada concursante tiene un límite de tiempo y dispone de tres intentos por altura para franquearla. La clasificación se realiza considerando la altura final alcanzada. 

En el salto de longitud y triple salto, todos los atletas tienen también tres intentos, a continuación, los ocho mejores puestos tienen otros tres intentos adicionales. 

El salto es validado por los jueces si el saltador no «muerde» la línea en su intento y sale del foso de recepción por delante de la huella dejada en la arena.

En las competiciones internacionales, un atleta es un representante de una federación. 

En el caso de cambio de nacionalidad o de doble nacionalidad, no puede representar a su nuevo país durante al menos tres años a partir de la fecha en la que representó por última vez a la primera federación. 

Un atleta puede ser sometido a un control antidopaje al final de una prueba. 

En el caso de un relevo, todos los miembros deben someterse al control. Las muestras se envían a un laboratorio acreditado por la Ama. 

La homologación de una marca y de un récord está sujeta a la presencia de los resultados del examen de estas muestras en el expediente. 

Más adelante, si un atleta admite haber utilizado sustancias prohibidas durante el período en que se había establecido el récord, este se retira de las tablas de récord. 

El competidor tiene derecho a apelar. 

La apelación debe ser presentada por un representante del atleta o por el atleta mismo.

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